Relato del concurso de Umita

-¡Te he dicho que no me quiero mudar!- dice Lily, detrás de la puerta cerrada.

-Lily, por favor… Intenta entenderme, aquí ya no nos ata nada…

-¡Me da igual! ¡Esta es mi vida, y no quiero cambiarla!- dice Lily entre llantos.

 Lily es una chica normal, vive con su madre, en un apartamento, en una ciudad muy bonita. Sus padres están divorciados, desde hace 2 años, y Lily casi ha logrado superarlo, recibiendo apoyo de sus amigas más íntimas. Pero ahora que su madre le dice que se van a mudar… No lo aguanta. Siente que se le derrumba la frágil resistencia que había conseguido gracias al divorcio de sus padres.

-Lily, hija, por favor, déjame hablar contigo… No lo comprendes. Desde que tu padre y yo nos divorciamos, todo ha ido a peor, desmoronándose… Lo único que nos queda en esta ciudad son recuerdos, y…

-¡Y mi vida!

-Lily, por favor, abre la puerta… Te lo explicaré todo, todo… Pero cara a cara.

Lily se suena la nariz y abre la puerta lentamente, dudando. Finalmente, su madre entra a su habitación y le pide que se siente con ella en la cama.

-Verás, hija, lo que ocurre es que… ¿Recuerdas que hace 1 mes me despidieron? Bueno, y hemos estado viviendo con un poco de dinero de los abuelos, y ahorros, y…Habrás notado que no fue nuestra mejor época. Pero yo no me rendí, y estuve investigando sobre un pueblo, un pueblito perdido cerca de aquí, y vi que necesitaban una administradora para la comisaría, así que envié mi currículum. Ayer me llamaron, y me dijeron que sí, que me aceptaban. Le he pedido una semana para hacer las maletas, encontrar una casa, e inscribirte en el instituto de allí. ¿Qué te parece?

-¿¡Que qué me parece!? ¡Una tontería! ¡No podemos dejar nuestra vida así como así, y largarnos a un pueblucho de por ahí del que no conocemos nada de nada, y en el que tendremos que empezar de cero! ¡Eso me parece!

-Pero Lily, no nos queda otra op…

-¿Y por qué a un pueblucho cualquiera, eh? ¿Por qué no a otra ciudad, o a otro país, eh? ¡Dime!

-Porque no tenemos dinero para pagarnos un pasaje a otro país, ¿entiendes?

-¿Y a otra ciudad? ¿Por qué no?

-Bueno… Porque te has criado en una ciudad, y he pensado que un poco de aire puro te vendría bien…

-¡Pues te equivocas! ¡Estoy perfectamente aquí!

-Lily, por favor, piénsalo, es una oprtunid…

-¡Me da igual, yo no quiero irme de aquí y no me iré, y punto!

-¡Ay, Lily, a veces me pones de tan mal humor! ¡Nos vamos a ir a ese pueblo, lo quieras o no!- se va dando un portazo.

-¡AHHHHHHH!-grita Lily contra el almohadón, enterrando la cara en él.

Esa noche no baja a cenar, a pesar de cómo ruge su estómago. Piensa, valora todas sus posibilidades, y aunque quiere quedarse en su ciudad, sabe que finalmente irá (a regañadientes, pero irá) al pueblo ese, porque su madre cumple su palabra.

A los 5 días ya está todo controlado, el alquiler del apartamento, el instituto de Lily, las maletas… Lily y su madre suben al coche, sintiendo que algo importante va a pasar… Y no se equivocan.

                                                                    Umita